Las clínicas dermatológicas en Valencia atienden cada vez más consultas de pacientes afectados por dermatitis atópica. La piel atópica es una condición heredada genéticamente que predispone a sufrir ciertas lesiones. El porcentaje de personas con piel atópica es bastante elevado, sobre todo entre la población infantil. Se calcula que entre el 5% y el 15% de los niños, y entre el 2% y el 5% de los adultos, sufren en mayor o menor medida los síntomas asociados a las dermatitis atópicas.
Dependiendo de la edad, las manifestaciones clínicas de esta enfermedad pueden variar en intensidad y formas. Así, en el caso de los lactantes, la dermatitis atópica suele aparecer en torno a los 5 meses de edad, con la aparición de lesiones cutáneas en la cara, pies, dorso de las orejas, manos y cuero cabelludo. Las lesiones en el bebé suelen consistir en molestas erupciones exudativas que llegan a producir ampollas y costras.
Posteriormente, hacia los dos años de edad, las lesiones suelen concentrarse en la parte posterior de codos y rodillas, aunque también pueden seguir apareciendo en otras partes del cuerpo, como el cuello o las manos. Durante esta edad las lesiones eccematosas y con vesículas son las más comunes. El intenso prurito que acompaña a estas lesiones provoca que el niño se rasque, y que pronto se conviertan en erosiones exudativas y costras.
En la etapa adulta, los síntomas de la dermatitis atópica suelen atenuarse como consecuencia del engrosamiento de la piel. No obstante, una considerable parte de los afectados durante la niñez sigue sufriendo brotes más o menos agudos, motivando en algunos casos consultas en las clínicas dermatológicas de Valencia.
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